Sobre mí

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¡Hola! Soy Joseba

Me dedico a captar emociones y plasmarlas en fotografías, por eso siempre he tenido especial debilidad por las bodas. Son días en los que las emociones están a flor de piel, se crea un escenario perfecto para inmortalizar un recuerdo que durará toda una vida. Dicen que la belleza está en los ojos de quien mira, y por mi personalidad sensible y empatía, soy capaz de captar sentimientos que cualquier otra persona pasaría por alto.

Mucho antes del principio.

Solo años más tarde he podido darme cuenta de que, mi profesión, estaba escrita. La fotografía me eligió a mí. He sido fotógrafo mucho antes de saber que lo era. 

Quizás el destino lo escribieron mis aitas cuando, a los 14 años, tuvieron la magnífica idea de regalarme mi primera cámara digital. Marcó un antes y un después en mi vida, desde muy temprana edad, plantaron una semilla en mí que ha dado sus frutos. 

He hecho más cursos de fotografía de los que puedo recordar, incluso trabajé 9 años en una tienda de fotos, pero al igual que muchos otros profesionales, la calle fue mi escuela: las horas que he invertido pateando las calles de esta ciudad, Donosti, y todos los libros que he leído, las películas que he visto y las canciones que he escuchado, han ido creando mi manera de entender y de ver la belleza en las imperfecciones de las cosas. Todo ello me ha enseñado lo que hoy sé sobre fotografía.

“Disparo con mis dedos, enfoco con el corazón”

Joseba Aldalur fotografo de bodas

Lo que más me gusta de mi profesión

es que es un trabajo basado en personas y emociones. Va en armonía con mi personalidad, porque tengo la capacidad de ver el lado bueno de las personas. 

Este trabajo me permite ser quien soy y ver a las personas tal y como son.

Mi estilo fotográfico no busca posados forzados, al contrario, de manera natural encuentro lo mejor de ellas mismas. Eso lo consigo siendo discreto, natural y, sobre todo, conociendo a fondo a las personas que confían en mí para contar su historia. 

Creo una atmosfera de confianza para que la persona, la pareja o la familia, se sientan cómodos con mi presencia, aunque sea la primera vez que estén delante de una cámara. 

Llega un momento en el que te olvidas de que mi cámara y yo estamos aquí, y todo fluye. 

“Mis fotografías cuentan historias.”